Prepara un ambiente tranquilo: Busca un lugar privado y silencioso donde puedas sentirte cómodo(a) y sin interrupciones durante la sesión. Asegúrate de que haya buena iluminación y una silla o lugar donde te sientas relajado(a).
Elimina distracciones: Apaga las notificaciones de tu dispositivo y trata de minimizar las distracciones en tu entorno para que puedas concentrarte en la consulta.
Establece una rutina: Trata de mantener una rutina similar a la que tendrías si asistieras a una consulta presencial.
Prueba tus dispositivos tecnológicos con anticipación: Asegúrate de que tu dispositivo (computadora, tableta o teléfono) y la conexión a internet funcionen correctamente.
Usa auriculares: Los auriculares con micrófono pueden mejorar la calidad del sonido y la privacidad de la conversación.
Respeta los tiempos: Asegúrate de llegar a tiempo a la consulta.
Habla de tus preocupaciones sobre las consultas en línea: Si tienes inquietudes sobre la privacidad, la confidencialidad o cualquier otro aspecto de las consultas en línea, no dudes en expresarlas.
Después de la sesión: Dedica tiempo para procesar lo que expresaste y considera anotar tus pensamientos y sentimientos.
Sé paciente contigo mismo: Las experiencias en el consultorio pueden ser desafiantes. Es un proceso gradual.