El documental “La mujer de estrellas y montañas” (2023) es un documental dirigido por Santiago Esteinou, que narra la historia de Rita Patiño, una mujer indígena rarámuri que, tras migrar a Estados Unidos, fue erróneamente diagnosticada con esquizofrenia y confinada en un hospital psiquiátrico durante 12 años. Este documental no solo expone la injusticia y negligencia médica que sufrió Rita, sino que también resalta los problemas de racismo y exclusión que enfrentan las comunidades indígenas en los sistemas de salud.
Este texto trata sobre la salud mental y la historia de Rita Patiño. No se centra en la salud mental de Rita específicamente, sino de los abusos cometidos por la obsesión hegemónica que, en 1982, llevó a que una mujer rarámuri fuera internada contra su voluntad en un hospital psiquiátrico de Kansas, Estados Unidos.
Escribo estas líneas para invitarles a ver este documental. Ya sea que sean profesionales de la salud, usuarios del sistema de salud mental, o simplemente personas que comparan su normalidad con la de otros. Este documental no aborda directamente la salud mental, pero no podemos ignorar este aspecto de la historia. Bajo la apariencia de una salud mental estable y organizada, los seres humanos segregamos o somos segregados, violentamos aquello que no está dentro de los estándares psiquiátricos, psicológicos, colonizadores y hegemónicos que supuestamente serían parte de la normalidad.
En términos estrictos, en los grupos culturales, sociedades e instituciones existe una norma, una representación mayoritaria de un factor. Sin embargo, también existe aquello que sale de esa norma. Los psicoanalistas intervenimos aquí, afirmando con nuestra clínica que es posible construir una vida desde aquello que uno cree que no se adecúa a la normalidad. Le llamamos la “orientación por el síntoma”, pues la teoría psicoanalítica ve en el síntoma una invención, no es solamente algo que ocasiona un problema, sino que es una respuesta.
En el documental, vemos cómo Rita es aplastada por las normativas de salud mental hegemónicas de los años ochenta en Estados Unidos. Su incapacidad para comunicarse de la misma manera que los psiquiatras, su color de piel, su manera de vestir, bailar, moverse y comer, fue erróneamente diagnosticada como esquizofrenia. Y si eso no fue suficiente, se le suministraron fármacos que no eran necesarios, ocasionando efectos irreparables en su motricidad.
Esto nos lleva al concepto de injusticia epistémica, acuñado por la filósofa Miranda Fricker. La injusticia epistémica afecta la participación de una persona en las prácticas de conocimiento debido a prejuicios relacionados con su identidad social. Fricker identifica dos formas principales de esta injusticia: la injusticia testimonial y la injusticia hermenéutica.
La injusticia testimonial ocurre cuando el testimonio de una persona es infravalorado o desestimado injustamente a causa de prejuicios sobre su identidad social, como el género, la raza o la clase social. Por otro lado, la injusticia hermenéutica se presenta cuando un grupo social carece de los recursos interpretativos necesarios para comprender y articular sus propias experiencias. Esto puede suceder cuando un fenómeno, como el acoso sexual, no es reconocido culturalmente, lo que impide a las víctimas entender y comunicar adecuadamente su experiencia.
Miranda Fricker[1] utiliza estos conceptos para mostrar cómo los prejuicios sociales no solo afectan las relaciones personales, sino también las estructuras de conocimiento en la sociedad, perpetuando desigualdades y exclusiones sistemáticas.
El caso de Rita Patiño es un claro ejemplo de dichas injusticias. Sin embargo, lo más preocupante es que situaciones similares ocurren día a día cuando un médico asume una posición de autoridad donde se reduce al paciente a un mero ente que debe adherirse al tratamiento prescrito. Extrapolemos esta misma situación a la llamada “salud mental”. Los profesionales de la salud mental también caen en ello cuando creemos saber más sobre la vida de un consultante que el mismo consultante.
Este documental ilustra cómo Rita fue aplastada por las normativas hegemónicas de salud mental, y cómo su singularidad fue anulada por un enfoque universal y normativo de la salud mental. Por otro lado, es relevante para temas que médicos psiquiatras, antropólogos, psicólogos y psicoanalistas debemos discutir. Por ejemplo, las situaciones que se presentan en los hospitales psiquiátricos en México, especialmente en el contexto de las recientes reformas. Aunque bien intencionadas, estas reformas han generado una serie de desafíos y problemas en la atención a las y los pacientes al momento de crear lazos sociales fuera del contexto psiquiátrico.
¿Salvar la normalidad?
Allen Frances, el antiguo director del DSM-IV[2] ha publicado un artículo en el que invita a "salvar la normalidad". En su análisis, expone cómo los vínculos entre la psiquiatría y las farmacéuticas han conducido a un alarmante aumento de diagnósticos de ciertos tipos de padecimientos. El caso de Rita ilustra este problema de manera contundente: el uso de psicofármacos tuvo efectos irreversibles en su cuerpo, cuando en realidad no debió ser medicada. Este no es un caso aislado, sino una manifestación de un problema sistémico.
No se trata de una crítica al uso de medicamentos per se, sino de un llamado a cuestionar el uso del fármaco en la búsqueda de un bienestar generalizado en la salud mental. En palabras de Eric Laurent, es en este contexto que el analista debe dar lugar a las diferentes voces, defendiendo la singularidad frente a la homogenización impuesta por la psiquiatría dominante. [3]
Afortunadamente, Rita nos enseña que se puede seguir bailando, a pesar de la salud mental hegemónica, sus instituciones, sus deberes, su normalidad capitalista. Desde una perspectiva, "La mujer de estrellas y montañas" es una invitación a reflexionar sobre la hegemonía en la salud mental y las injusticias que aún persisten. Nos desafía a cuestionar los sistemas que patologizan la diferencia. La historia de Rita Patiño nos recuerda la importancia de escuchar y respetar las experiencias, más allá de encuadrarlas en un estándar.
Mario Ruiz
[1] Para más información sobre el concepto de injusticia epistémica y sus implicaciones, se puede consultar la obra principal de Miranda Fricker, Epistemic Injustice: Power and the Ethics of Knowing (2007).
[2] En español, se traduce como Manual Diagnóstico y Estadístico de trastornos mentales. La última versión llamada DSM-5 se lanzó en 2013 por la Asociación Americana de Psiquiatría. Este manual suele servir por psiquiatras y psicólogos clínicos para diagnosticar "trastornos mentales".
[3] Laurent, E. (2014). Psicoanálisis y salud mental. TRES HACHES.